PEDAGOGIA DE LA CONSTITUCION. EDUCACION CIVICA ELECTORAL
LA CIBERDEMOCRACIA EN ESPAÑA (E-democracia-E)
DEMOCRACIA ELECTRONICA Y PARTICIPACION SOCIAL
Por
Libardo Orlando Riascos Gómez
Doctor en Derecho
Lriascos@alumni.unav.es
Lriascos@udenar.edu.co
2004
CIBERDEMOCRACIA. “Dícese de aquel modelo de Democracia que permite la participación cotidiana y directa de los ciudadanos en la toma de las decisiones de naturaleza pública a través de redes de información y comunicaciones automatizadas”.(www.iberomunicipios.org)
CONTENIDO
Estar alfabetizado a principios de un nuevo siglo
Estar enchufado y conectado
Crear condiciones para el aprendizaje
La oferta de formación de adultos para las TIC en la Comunidad de Madrid
Perspectivas de futuro. La revisión del concepto de participación en la sociedad del conocimiento
Referencias bibliográficas
La formación en nuevas tecnologías en el ámbito de la educación no formal y de adultos. Experiencias en Madrid Joaquín Paredes Labra. Universidad Autónoma de Madrid.
Publicado en PAREDES, J. (2002): “La formación en nuevas tecnologías en el ámbito de la educación no formal y de adultos. Experiencias en Madrid”. En VV.AA.: Actas del II Congreso europeo de tecnologías de la información en la educación y la ciudadanía: un enfoque crítico. Barcelona, UB–UAB–UGI–ULL–UOC–URL–URV–UVIC [Cdrom].
Los usos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han hecho muy presentes en nuestra sociedad. Han dejado de ser sólo objeto de introducción en procesos de producción o de experimentación en los colegios e institutos para ser realidad en un número no desdeñable de hogares, desde los hijos en edad escolar que manejan programas educativos y de entretenimiento hasta los padres que realizan algún tipo de gestión vía Internet. En la calle, las salas recreativas electrónicas relevan a los cibercafés y los cds en semanarios y revistas hacen lo propio con las revistas de informática.
Ciertamente es difícil sustraerse a su introducción en muchas esferas sociales, venga ésta a cuento o no. Este problema, denominado del “imperativo tecnológico”, ha sido puesto a discusión y con fuerza desde la Filosofía de la Ciencia y la Tecnología Educativa (por ejemplo ÁLVAREZ, MARTÍNEZ y MENDEZ, 1993; SANCHO, 1994), análisis con los que –se puede adelantar– no se ha podido contrarrestar el papanatismo tecnológico. Las TIC pueden ser palancas de transformación de los propios procesos de aprendizaje cuando han sido integradas en los mismos, como así se ha venido reflejando en su introducción en niveles educativos no universitarios y se reivindica en los procesos educativos con adultos. Además, en el caso de los adultos, se trata de herramientas para la mejora de sus condiciones personales y las interacciones con otros. Aunque, como han venido planteando los trabajos con un enfoque crítico de Antonio Bautista (1994, 1995, 1997, 1998) y Manuel Area (1998, 2001), reducido el problema del contacto con las TIC a la adquisición de estos productos por parte de los ciudadanos, sus potencialidades se diluyen para amplias capas de población y, reformulándose como están los procesos de participación en la nueva sociedad, se obtiene que se quebrantan los derechos de los ciudadanos.
Entonces, ¿cómo están accediendo los adultos al uso de la tecnología? ¿Qué se puede hacer para hacer efectiva la alfabetización informática? ¿Cuál es el estado de la oferta de formación para utilizar las TIC en la Comunidad de Madrid? ¿Cómo se pueden incorporar a estos procesos mejoras en los mismos procesos, en los modelos de acceso y de introducción de ordenadores en la vida cotidiana? ¿Qué están haciendo los poderes públicos de esta Comunidad para incorporar a los ciudadanos a la nueva sociedad?
Estar alfabetizado a principios de un nuevo siglo
Los ciudadanos han modificado en una corta generación su forma de relacionarse con las TIC. En el margen de poco más de dos décadas, acompañando la aparición de lo que en aquel entonces se denominaron ordenadores personales, y condicionada por un conjunto de políticas que se analizan un poco más adelante, se ha hecho necesaria al conjunto de la población lo que desde principios de los ochenta se ha denominado alfabetización informática, concepto sobre el que paradójicamente no hay acuerdo sobre qué significa en la actualidad.
Así, hasta mediados de la década de los noventa ha sido frecuente que la comunidad científica destacase los servicios que prestan las redes informáticas en particular o las TIC en general, en ensayos de tono habitualmente esperanzados sobre la aparición inminente de servicios y utilidades (así por ejemplo BABIN y KOULOUMDJIAN, 1985; RODRÍGUEZ DE LAS HERAS, 1991; ECHEVERRÍA, 1994, 1995; GATES, 1995; TREJO, 1996; CEBRIÁN, 1998).
Este optimismo tecnológico ya estaba presente a principios de la década de los ochenta, cuando acababa de aparecer el ordenador personal. Según BAUTISTA (1994), había un vivo debate, al menos en el campo de la educación obligatoria, toda vez que lo que se venía a reformular era el conjunto clásico de capacidades de un alfabetizado (la lectura, la escritura, el cálculo) en un mundo en cambio. Los ordenadores debían entrar en ese discreto abanico. Se habló entonces de la necesidad de trabajar con los ordenadores en alguna de estas tres líneas: conocimientos y comprensión de ordenadores; programación y manejo de algoritmos; o resolución de problemas, es decir, adquirir estrategias de pensamiento y acción mediante el uso de los ordenadores que ayuden a aprender, favorezcan el desarrollo de las capacidades de los alumnos, aporten mayor información y permitan resolver problemas, y creen juicios fundamentados sobre repercusión ética y social de ordenadores. ..
En el campo productivo, pensando en la formación ocupacional y continua en las empresas, también estaba presente lo que AREA (2001) ha denominado la lógica del mercado, la alfabetización tecnológica como dominio instrumental de hardware y software para responder a exigencias de la empresa en el mercado... leer más en : http://www.libardo.50megs.com/ciberdemocracia_1.html#par
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FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y UN MUY BUEN AÑO 2007 PARA TOD@s.
12/21/2006
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1 comentario:
El autor citado en la entrada principal ,dice en la parte final de su trabajo y que me parece que es interesante para el debate:
Perspectivas de futuro. La revisión del concepto de participación en la sociedad del conocimiento.
En el contexto europeo y español, además de lo que se venía haciendo y que se ha puesto de manifiesto en la revisión de las iniciativas, los poderes públicos se han comprometido con extender los usos de las TIC donde, a riesgo de esquematizar, se apuesta por dos pilares, uno de ellos una condición específica como la infraestructura y equipamiento (la mayor parte para educación formal y PYMES clásicas), y otro, novedoso, como es la necesidad de la participación (la necesidad de interlocución de los ciudadanos con las Administraciones pero también el desarrollo de una ciudadanía más preparada).
El Memorandum sobre aprendizaje permanente en la Unión Europea, la iniciativa e-Europe y el proyecto e-Learning (COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS, 2000) proponen como objetivos de los poderes públicos, en este terreno, construir una sociedad integradora que ofrezca a todos las mismas oportunidades para acceder a un aprendizaje de calidad durante toda la vida, y donde la formación se base, ante todo, en las necesidades de los individuos; animar a los individuos a que participen en todas las esferas de la vida pública moderna, particularmente la vida política y social; así como cambiar las formas de educación y formación, y que esta sea de la más alta calidad. Junto a los principios, en esta política se proponen seis mensajes clave: nuevas cualificaciones básicas para todos, más inversión en recursos humanos, innovación en la enseñanza y el aprendizaje, valorar el aprendizaje, redefinir la orientación y el asesoramiento, y acercar el aprendizaje al hogar. Todas estos mensajes-clave se apoyan y toman como vehículo el uso de TIC, y se acompañan, entre otras, de recomendaciones de la Unión Europea a los todos los poderes públicos que estén atentas a reforzar la cohesión social, en concreto a garantizar un acceso más igualitario a las redes y en general a las TIC con la adquisición de equipamientos e infraestructuras y la consideración de las características de los sujetos que van a utilizarlas, además de hacer una apuesta importante por la educación formal, cuyas instituciones deberían ser las más beneficiadas. También está concitada una acción coordinada de empresas e iniciativa social (sindicatos, asociaciones, movimientos ciudadanos).
Estas declaraciones serían un documento internacional más, con escasa incidencia a corto plazo en el funcionamiento de las instituciones y en la vida cotidiana, si no fuera por las reiteradas llamadas del Consejo de Ministros de la Unión Europea a las acciones para una penetración mayor de las TIC en la vida cotidiana, y a las nada desdeñables dotaciones para programas específicos que adopta el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno en cada una de sus reuniones.
En España, el Informe InfoXXI (MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA, 2001) se reconoce correspondiente con los objetivos de la iniciativa e-Europe, concentrando las iniciativas en el impulso de las telecomunicaciones, la Administración electrónica y el acceso de todos a la sociedad de la información, con dos consideraciones no desdeñables: el acceso a la cultura (uno de los programas de ciudadanos donde la previsión de gasto es mayor) y la difusión del español en el mundo. A este respecto, entre las acciones que se emprenderán se destaca el compromiso para formación con acreditación a más de dos millones de ciudadanos en los próximos tres años, como una forma de atender la necesidad de acceso de los ciudadanos a las TIC y uno de los programas con más recursos económicos.
Todas estas iniciativas, particularmente la de la Unión Europea, se están apoyando en procesos de debate sobre la participación de los ciudadanos en la nueva sociedad. Apostar en las políticas por la participación es conjurar el peligro de que la acción política se sirva de los ordenadores como talismán, o que en su aplicación se haga de forma mesiánica o caritativa, para adentrarse en detectar y superar nuevos fosos y, sobre todo y más importante, para articularse en torno al fin de la participación ciudadana.
Un encuentro de la UIMP lo ha puesto de relieve con la Declaración de las Redes Ciudadanas en España (VV.AA., 1998): “Las experiencias en cuanto a democracia electrónica y participación social en el diálogo abierto entre los ciudadanos debe ser actualizadas de forma permanente. Esta actualización de contenidos debe integrarse de forma plena en los procesos de creación y toma de decisiones. Valores de solidaridad e igualdad de oportunidades deben impregnar el modelo de dialogo social entre los ciudadanos. La experimentación del diálogo social debe serlo con urgencia, para ello se deberá contar con interlocutores sociales y políticos interesados en esta forma de comunicación. La labor de formación entre estos agentes se configura como especialmente necesaria para hacer entender el potencial y eliminar la posible tecnofobia que puede conllevar el uso de las TIC en este terreno”. En este mismo sentido se han manifestado recientemente Ayuntamientos modélicos al respecto como son el de Jun (Granada) (CRIADO, 2001), un pueblo de dos mil habitantes que alfabetizó en Internet a sus ciudadanos mediante la instalación de un cibercafé en el hogar del pensionista de la localidad; o Carreño (Asturias), premiado por su iniciativa de Red Ciudadana para las parroquias del municipio, su compromiso con las entidades vecinales y los ciudadanos, y la transformación laboral de una zona predominantemente agraria y con una industria cementera. En la Comunidad de Madrid conviene resaltar a este respecto el Proyecto Gema, preocupado por la conexión entre Administración y ciudadanos, donde de momento se ha realizado la informatización de información relevante de los más de 150 municipios de la Comunidad, con datos relativos, entre otros, a servicios municipales, equipamientos, patronatos y empresas, datos socioeconómicos, hacienda, turismo y urbanismo. También dispone de un tablón de anuncios y conexión con cada Ayuntamiento mediante correo electrónico.
Se trata de iniciativas concretas que atienden los principios de la Declaración de las Redes Ciudadanas en España: la necesidad de éxitos concretos y a corto plazo, donde la formación y extensión de la cultura de red informática resulta especialmente crucial en las primeras fases de extensión de democracia electrónica. Y después, la colaboración en redes que comuniquen sus éxitos y dificultades y estén muy atentas al devenir de los procesos de participación de la ciudadanía, aquellos para los que se procura la alfabetización.
Aunque las expectativas sobre iniciativas tan confiadas son poco halagüeñas. En el II Encuentro Mundial de Redes Ciudadanas (KRETCHMER y CARVETH, 2001) también se puso de manifiesto que la construcción de una nueva sociedad mediante iniciativas diseñadas para proveer sólo acceso a las TIC disminuirán, pero no eliminarán, la brecha digital. Se necesita, en consecuencia, saber más sobre cómo los individuos y las comunidades construyen socialmente los usos de las TIC en sus vidas, para que la experiencia del uso de estas tecnologías sea significativa."
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